Todos hemos tenido algún oscuro miembro de la familia que nos ha advertido sobre el exceso de triptófano justo antes de devorar el festín. ¿Pero es eso real?
La base de este mito es que el pavo contiene triptófano, un aminoácido que es un componente básico de la melatonina. La melatonina es una hormona liberada por el cerebro que regula nuestros ciclos de sueño y vigilia.
Una porción de pavo (3 oz) tiene aproximadamente 26 mg de triptófano, que es casi idéntico a lo que hay en una porción de pollo. La mayoría de los adultos necesitan alrededor de 400 mg por día. Eso desacredita el mito en el que la gente comúnmente piensa.
Pero si alguna vez has comido demasiado pavo, sabrás que, verdadero o falso, ¡una siesta después suena increíble! Entonces, ¿por qué te sientes tan cansado después de una comida de Acción de Gracias? La razón probable es que ha comido una porción de comida mayor de lo normal y su cuerpo está utilizando todos sus recursos para procesar esa comida. El páncreas, el hígado, la vesícula biliar y todo el tracto gastrointestinal envían todo el personal disponible para descomponer, procesar, absorber y almacenar toda la deliciosa comida que has comido.
¿Y adivina quién controla todo este proceso? Lo has adivinado: el cerebro. Cuando tu cerebro supervisa y coordina este proyecto después de una comida abundante, ¡definitivamente sentirás un poco de sueño!
